Soy, soy, soy.

Soy de esas chicas que destacan pero son del montón, que gritan cuando quieren y que pocas veces calla. Soy de esas que se levantan diez minutos antes de su hora para ganarle la batalla al despertador y sentirse importante. Soy de las que le echan cola-cao a la leche y no leche al cola-cao, de las que desayunan en un vaso con galletas Los días de semana , Tostadas los sábados , y el domingo poca cosa. De las que no miran las etiquetas de la comida para saber cuanto va a engordar pero piensa que esta gorda y, aún así, come sin parar como si tuviese un agujero negro en el estomago. Soy de las que se tiran una hora delante del espejo, de las que se prueban mil cosas diferentes y montan una peluquería en el baño para después ir echa un autentico desastre. Por supuesto eso conlleva que siempre llegue tarde, que siempre me tengan que esperar, no me juzgues mal, lo bueno se hace esperar. Soy de esas que no visten de marcas, que se pasan la mitad de sus días en la peluquería. Soy de esas que se comen las uñas y que acompañan las películas con palomitas achicharradas en el microondas. Tengo ese olor que me caracteriza, esa positividad inagotable y esa resaca de diversión. Soy de esas que suspenden exámenes y algunas etapas de la vida. Soy de las que divide la tristeza, de las que multiplican la alegría. Soy de esas que son de verdad, demasiado sincera, bastante tonta, desconfiada y muy confiada al mismo tiempo, por lo que soy de esas que se contradicen a sí mismas, de las que cambian de opinión innumerables veces, de las que te hace un cacao mental, de las pesadas cuando quieren y sosas cuando les da igual. Soy de esas que buscan el texto que mejor las caracteriza, ese que encajan a la perfección con ellas. Quizá sea este, o quizá no, porque también soy de esas que dejan textos sin acabar, como este.