dissabte, 31 d’agost del 2013

Why me?

Con tu mirada, tu sonrisa, el estar a tu lado, el estar hablando contigo, me saca sin remedio una sonrisa. Me haces sentir feliz con solo estar ahí, tanto en el instituto como si estamos hablando. Lo que siento hacia ti es un sentimiento sin palabras para explicar. Sólo se que ese sentimiento apareció de pronto, cuando supe que podía confiar en ti, y que tu confiabas en mi. Un sentimiento que hace que quiera estar contigo, que te quiera y que no pueda apartarte de mi mente un solo segundo. Allá a donde vaya, en mi pensamiento vas conmigo y por más que quiero, no logro quitarte de mi mente. Y es que aun sabiendo que amas a otra y que estas mal por eso, me preocupo por ti. Si con ella estarás mas feliz que conmigo, no dudes en que intentaré que ambos seáis felices juntos. Sólo quiero tu felicidad y que estés bien y feliz. Y es que te amo y deseo que eso fuera suficiente para que tu también me amaras a mi. Pero se que eso es imposible. Así que simplemente me dedicaré a verte feliz. E intentaré que consigas lo que más quieres, salir con ella.





Just stop for a minute and smile.

Y tú te empiezas a reír, también la otra persona. Y os reís aún más. Y os miráis y os parece que todo está diseñado para haceros reír, y entonces te ríes, te ríes sin cesar, y da la impresión de que el destino está de tu parte, sí, que vale la pena reír sin parar. Porque pasas un momento de ésos en los que, de verdad, la barriga se tensa y te duele de lo mucho que te has reído.En los que empiezas a soltar esas pequeñas lágrimas de risa, que hacen que el otro se ría más por la cara que pones, y que tú al ver al otro, te rías y no pares de reír, pidiendo que pare, que te falta el oxígeno. En esos instantes que no hay nada más bonito que esa risotada, te olvidas de todo lo que te ha salido mal y te sientes de verdad reconciliado con el mundo. Y entonces dejas de reírte, sueltas alguna que otra risita nerviosa, pero después te sientes casi satisfecho y exhalas un largo suspiro, como de alivio. Pues bien, eso es vivir, partirse de risa con una persona a la que quieres y te hace sentir querida. Para darse cuenta de que… aunque muchas veces las cosas puedan salir mal, siempre va a ocurrir algo que te haga soltar una carcajada a pleno pulmón.


dijous, 8 d’agost del 2013

Mi vicio, tu vicio.

Tengo el vicio de reírme sola como una loca mientras recuerdo tonterías. El de caminar sonriendo, sobre todo después de ver a alguien especial. De escuchar la misma canción muchas veces, de tranquilizarme leyendo. De escribir frases sueltas y pensar que algún día alguien me las dirá. El vicio de hacer lo posible para sentirme mejor. El de no sentirme mal cuando estoy triste, sino el de disfrutar un poco de la tristeza. El vicio de soplar al aire cuando hace frío. El de dormir y soñar rarezas, soy capaz de inventar otro mundo. El vicio de fallar en cosas fáciles y acertar las difíciles, una y otra vez. De sentarme atrás en el coche y pensar en nada. Tengo el vicio de siempre creer que no me van a fallar. Y el de empezar las cosas por su final.


Promesa cumplida.

Prometí escribirte este texto una vez más, prometí que lo haría pronto y aquí me tienes. En frente de un ordenador, con tu música de fondo e intentando rozar la perfección con mis palabras con el único objetivo de hacerte sonreír. Y así es, parece que después de un día duro te va a tocar sentarte, relajarte y dejar que mis palabras invadan tu cerebro, y tal vez, también tus sentimientos. Así que tu, que ya sabes quien eres; esto va dedicado a ti. 
Ahora recuerdo la última vez que te escribí, ya han pasado algunos meses después de tu cumpleaños y creo que ha llegado la hora de recordarte de nuevo lo que significa tener alguien como tu en mi vida. Llegaste así, de repente, sin que nadie lo esperara. Fue una sorpresa, o mas bien dicho un regalo. Hace un año no me hubiera imaginado que una persona reservada, alta, de pelo estilo champiñón y de mochila negra llegaría a ser la persona mas importante de mi vida. Quizás conocerte ha sido como un jarrón de agua fría, por una parte me hizo despertar de un mal sueño donde sentía que no encajaba con nadie, que mis verdaderos amigos habían desaparecido durante el verano y que empezaba la rutina de nuevo, pero por otra parte, me abriste los ojos, gracias a ti me di cuenta de mi errónea manera de pensar. Estaba tan acostumbrada a pasar desapercibida, a que la gente pasara por mi lado y ni se inmutara que no me daba cuenta de lo que tenía a mi alrededor. Sentado al otro lado de la mesa tenía a un chico de verdad. Al principio de esa vuelta a la normalidad no fue más que eso, el principio de una larga amistad. Y es que si paras un segundo de leer esto y miras nuestro pasado te das cuenta de que está lleno de momentos preciosos, de carcajadas sin fin y de amor. Si sigues profundizando en el recuerdo puedes ver nuestra primera conversación, 23 de febrero de 2013. Fue el día que comenzó todo. Esta vez no quiero centrarme tanto en todo lo que hemos vivido, que precisamente no ha sido poco, sino en el ahora, en nuestro presente. Cuando el curso terminó, temía que la única cabra loca que aceptaba en mi vida saliese escopeteada de ella con la escusa de un gran verano, pero no. Los dos hemos tenido la suficiente fuerza como para seguir manteniendo esta amistad mas fuerte  que nunca aunque no nos podamos ver cada día, aunque ya no me puedas hacer cosquillas en las clases de informática, aunque ya no puedas sacarme sonrisas a las 8 de la mañana un Martes cualquiera en la clase de historia, aunque ya no puedas acordarte de mi cada vez que leas "believe" en el libro de inglés. Todo eso se queda en el pasado, bonitos recuerdos guardados cada día mas al fondo de nuestro corazón, y como dice la frase; fue bonito mientras duró. Hoy todo es diferente, tu, yo, nosotros. Ahora nos dedicamos a hacer cualquier cosa, escribir la primera tontería que se nos pase por la cabeza para hacernos sonreír el uno al otro, porque ahora ya no tenemos la seguridad de animarnos día tras día, cara a cara, así que tenemos que mantenernos fuertes y seguir riéndonos el uno del otro, y los dos juntos. Y es que nuestra amistad la hemos cuidado y mimado día a día, nos ha costado mantenerla fuerte, ha habido momentos que por alguna circunstancia, porque cada uno tiene sus propios problemas hemos estado a punto de tirar la toalla. Pero creo que hemos hecho muchos esfuerzos y hemos puesto muchas ganas para que esto tan bonito que tenemos no se rompiera por culpa de cosas ajenas. Quiero que sepas que muchas veces he sacado fuerzas y tonterías de debajo de las piedras para sacarte una sonrisa, una carcajada, pero una marmota como yo sabe que a veces es difícil sonreír por mucho que tengas a una persona a tu lado al 100%. Ante todo esto, quiero darte las gracias. Necesito hacerlo de vez en cuando para hacerte sentir especial, porque así, ni que solo sea por unos minutos, este texto y mis palabras invadan tu atención, y con eso, eliminen todas tus preocupaciones. Así que ahora te pido atención y que leas esto, porque te lo mereces. 
En primer lugar gracias por aparecer, por cruzarte conmigo y por darme la oportunidad de conocer a la persona mas especial del universo. Gracias por aguantar mis pesadillas, mis "tonterías", mis locuras, mis complejos, mis ironías y mis 50.000 defectos. Por estar a mi lado tanto física como mentalmente día tras día, por hacerme sentir especial de verdad, como nunca nadie lo había hecho y por aconsejarme cuando lo he necesitado. Gracias pequeño, porque por mucho que te llame así eres grande, mucho. No me cansaría nunca de agradecerte el hecho de haber parado a conocerme a mi, a una deprevada sexual salida de una manicomio que lo único de lo que era capaz de hablarte era de unicornios. Por frenarme cuando iba muy deprisa, por tranquilizarme cuando tenía ganas de arrancar cabezas, por sacarme millones de sonrisas, por cumplir todos mis deseos, por simplemente ser así de especial. Eres la persona con la que nunca me canso de hablar, con la que he pasado noches largas y despedidas casi infinitas. Con la que me he reído de mi misma, de las piruletas, los acentos, de los monos, de las monjas y de tu poca cultura de pueblo. Eres la persona que me rescataría del convento, la que se convierte en un león llamado Álex y la que es capaz de que veamos una película juntos sin estarlo físicamente. El único ser vivo que se preocupó por mi cuando estaba en la otra punta del país, el único que mientras hablábamos por teléfono me recordaba que no podía caerme de las rocas del Cantábrico porque me esperaba un gran verano. Eres el que me recuerda cada día que la vida hay que afrontarla con una sonrisa, y es que a tu lado, no es muy difícil. Eres un tesoro para mi, un regalo que voy a guardar toda mi vida. La persona por la cual daría todo sin dudarlo ni un momento, porque lo que me has aguantado tu, no lo ha aguantado nadie. Mis llantos, mis risas, mis depresiones y mis mil maneras mas de ser pesada. Por eso y por millones de razones mas, ha quedado mas que demostrado que eres el mejor. Que eres increíble y que ya te he dicho mil veces que tal vez la mejor solución a los problemas sea olvidarte de ellos y vivir cada momento como si fuera el último. Dejar que los problemas se aireen igual que tu mente. Y no tengas prisa por encontrar a tu princesa perfecta, porque como comprobarás esta noche en la película, puede que la tengas delante de tus narices y ni te des cuenta. Y mientras, seguirás cometiendo errores, como has hecho hasta ahora y como seguirás haciendo toda tu vida, porque eso es en lo que consiste, en caerte 300 veces y levantarte 301, en equivocarte y rectificar antes de que sea demasiado tarde. Así que mente fría y a disfrutar del verano que aun nos queda. Solo espero que hayas podido valorarte a ti mismo, porque tu, el que está leyendo esto, pequeño héroe, eres increíblemente grande. Esto se termina y con esto, empiezan mis ganas de que llegues a casa, enciendas el ordenador, abras mi blog, y seas capaz de haber leído esto con una sonrisa en la cara. Porque se que estos días no han sido fáciles para ti, que has estado llorando y que por muchas tonterías que intentaba decirte no conseguía lo que quería, así que espero, de una vez por todas que veas tus problemas cada vez mas pequeños y que cada día que pase tengas mas ganas de que desaparezcan. Te voy a desear suerte en tus nuevos comienzos y si me dejas, voy a estar allí para seguir levantándote en cada caída, y celebrando contigo nuevas etapas y buenos finales. Así que tu, el que sigue leyendo esto después de miles de palabras, gracias. Te quiero, tan simple como eso. Te quiero de aquí, hasta el infinito.

Y aquí sigo, después de dos horas, con la inspiración a medias, con los dedos escribiendo solos y mi mente totalmente centrada, cumpliendo una promesa para ti. Ese ser capaz de alegrar mis días y mis noches. Ese que me comprende y que me apoya error tras error. Tu. 







divendres, 2 d’agost del 2013

Love will remember you, and love will remember me.

¿Qué parte es la que no entiendes? ¿Qué parte de lo que te digo es la que no comprendes? ¿Necesitas que lo diga más claro, más alto, más fuerte? ¡Te quiero! Te quiero, ¿vale? Sí, te quiero. Te quiero, te quiero, te quiero. Puedo decírtelo en un montón de idiomas, pero probablemente no lo entenderías y ya el mensaje no estaría tan claro. Y, ¿sabes qué? Sería una mentirosa y una tonta si te dijese que no me importa que tú no me quieras. Porque sí que me importa. Pero no puedo hacer nada. Me rindo. No voy a ser un estorbo. Me retiro de este juego de romper corazones o seré yo la que salga peor parada. Lo peor es que ya es tarde y tú lo sabes. Es tarde para pretender guardar las apariencias y hacer como si todo me importase una mierda, como si no existieses, como si sólo fueses una cara más a la que saludar por las aceras. Es tarde para recoger los pedacitos de orgullo que se me han clavado como estacas en la piel, es tarde para ti y para mí. No te voy a decir que no necesite tus besos, porque sabes que no me gusta mentir, pero sí te diré que ya no los quiero. Igual que tampoco te pido que me quieras, he decidido dejar de soñar con cosas imposibles. ¡Me he cansado! Así que guárdate tu sonrisa encantadora y tus miradas traviesas. Coge tu camino y nos decimos adiós. Y espero que no nos volvamos a encontrar, porque entonces confirmaré mi teoría de que al destino le gusta gastar bromas pesadas.


Él.

Esa sensación de impotencia que siento al ver cosas que me molestan y no hacer nada por miedo a que todo esto se acabe. Esas lagrimas contenidas intentando ser fuerte sin saber como, esos pensamientos fugaces que se me pasan por la cabeza pero que por dentro no sabes si es así, por tantos palos que me e llevado en la vida, por tantas mentiras, por tantos te quieros.. Sin el moriría el me enseña a controlarme y a pensar las cosas dos veces, me enseña a ir despacio a decir las cosas desde el corazón, con sentimientos sinceros, el me enseña a querer y respetar, a amar y cuidar a esa persona mas que a ti mismo, a aprovechar el momento, por que hay veces que no hay segundas oportunidades , las cosas solo ocurren una vez en la vida y a mi el destino me a dado esta oportunidad y me siento la mujer mas afortunada del mundo, el es.. como decirlo, es mi alma gemela, esa otra mitad, la que me complementa, es la persona que me alegra los días, que me hace sonreír, que cuando esta a mi lado el cuerpo se me paraliza , mi corazón se acelera, me tartamudea la voz , las piernas me tiemblan y al besarme, me sonrojo y parece que el corazón se me va a salir del pecho, con sus dulces besos, suaves pero intensos, que me hacen subir al cielo.. Y sus te quiero al oído, esos te quieros susurrados lentamente que son lo menos que un hombre le puede decir a una mujer. Tal vez, por cosas así por esos momentos, vale la pena vivir.