dissabte, 15 de febrer del 2014

2:24

'La escucha tararear Está en mi garganta, de Sidonie. No canta muy bien, pero lo hace sonreír. Raúl se levanta de la cama y camina hasta el cuarto de baño. La puerta está entreabierta y observa el rostro de Valeria en el espejo. Está poniéndose un poco de rímel. Es preciosa. Lentamente, abre del todo y se aproxima a ella. Le rodea la cintura con los brazos y le besa el cuello. 
    -Yo te hablo y me atraganto, estoy temblando, quedo en blanco. Tú me hablas, yo no entiendo...-canta   ella.
    -¡Te quiero! - completa él la letra de la canción de Sidonie. Y la gira para darle un beso en los labios. 
No importa que ambos desafinen ni que la versión del tema que interpretan no se parezca en nada a la original. Les da igual, porque en aquel pequeño espacio lo único que importa es el sabor de sus labios, el calor de sus sentimientos, el roce de sus cuerpos. Lo único que les importa es su amor a prueba de engaños, de medias verdades, de mentiras piadosas.
   - Yo también te quiero - dice Valeria con los ojos recién pintados, brillantes y emocionados.'


Lágrimas desordenadas.

Terminar de ver la peli de tu vida con los ojos mojados, el rímel corrido y la cara algo parecida a la de un mapache. 1:03 y Ed Sheeran como fondo. 
+¿Sabes lo que he aprendido hoy ? ,
- ¿El que? ,
+ Que mi felicidad solo depende de mi.

Quizás no sabéis ni sepáis nunca lo que es leer esto y no poder aceptarlo. Es la segunda vez que me pasa y lo peor es que soy consciente de ello. Odio ser tan negativa, tan pesimista en todos los sentidos, odio mi forma de ver las cosas y de influenciar a la gente con ello. Por eso aunque no lo parezca soy reservada, o quizás falsa, depende de como lo miremos. Supongo que estoy acostumbrada a reír a pesar de todo, a siempre ir con una sonrisa por delante, para que no se note el dolor. Creo que en mi vida solo he tenido una fuerte caída y con mucho tiempo y alguna que otra ayuda logré salir de un pozo. No tenía nada, me sentí muy vacía durante un tiempo, hasta que encontré eso que me llenó al instante y que lo sigue haciendo, pero creo que no por mucho más tiempo. Yo ya me entiendo, y tal vez algunos de vosotros también logréis hacerlo algún día. Supongo que las respuestas a las preguntas están en mi misma, solo tengo que buscarlas. El porqué de mi negatividad supongo que es sencillo de entender, he recibido tantos palos en esta vida y quizás algún que otro dado por mi misma, que prefiero no ilusionarme con nada ni con nadie. Tengo miedo, miedo a que me vuelva a ocurrir, y no solo eso, sino que parece que con el tiempo le he empezado a tener miedo a cosas que puede que no logre entender ni yo. Precisamente a eso me refiero, a mi, a mis pensamientos destructivos. Sigo sin saber como soy capaz de aguantarme a mi misma, de aguantar mi forma de pensar, mi ansias de cambiar. Puede que haya alguien que diga que soy perfecta, pero debo decir que eso no existe, y mucho menos en mi. Soy muy maniática con mis cosas, me gustan las pelis que me hacen llorar, me gustaría poder vivir algún día sin pensar. 
Me desahogo sacando palabras de entre mis lágrimas, arrepintiéndome cada segundo de mi vida de una sola acción que quizás hubiera cambiado las cosas, y es que después de casi dos meses sigo sin poder quitarme ese momento de la cabeza, menuda estúpida estoy hecha, debería pensar menos y sentir más, quizás esa sea la clave, pero quizás ahora ya sea demasiado tarde, porque a veces, y solo a veces, las cosas solo pasan una vez en la vida. Sigo preguntando el porqué de mi estupidez pero esta vez no encuentro respuesta y lo único que consigo es arrepentirme aún más. La vida pasa, las agujas del reloj siguen dando vueltas y las oportunidades terminan desapareciendo. Todo tiene un final, pero parece que hay que vivir muchos más años para sacar alguna conclusión de nuestra verdadera vida, supongo que somos demasiado jóvenes para entender estos sentimientos que nos invaden, pero espero poder lograr algún día no ser como soy hoy, espero poder mejorar en muchos aspectos pero conservando mi esencia, quizás esas pequeñas manías que me hacen única, porque de eso todos tenemos, hasta yo. 




divendres, 7 de febrer del 2014

Buenos días.

Acostada en la cama, sentí un pequeño cosquilleo que recorría toda mi espalda… Abrí los ojos y acto seguido sin apenas moverme miré por la ventana, ya era de día.
Sentí como me daban besos en la nuca y en ese momento me giré y sonreí. Era él, la persona a la que amo, estaba allí, abrazándome, haciéndome sentir totalmente segura. Tuve la necesidad de mover mis brazos y colocarlos alrededor de su cuello, para darle ese beso de buenos días con el que todos hemos soñado alguna vez.
Tras el beso, el me miró fijamente a los ojos y mi vista temblaba de desconcierto, pero él dándose cuenta actuó rápido y me dijo:
-Te quiero.



dimarts, 4 de febrer del 2014

Adiós vida.

Las lágrimas recorren mis mejillas, para ser sincera no me salen ni las palabras, pero parece que esta es la única forma de quitarme el dolor de encima, al menos temporalmente. Quizás termine escribiendo cosas sin sentido, y perdonarme si es así, pero ahora mismo soy consciente de poca cosa. Y bien, supongo que os preguntaréis que es exactamente lo que me pasa, pues ahí va la respuesta; en cuestión de meses voy a tener que renunciar a mi vida, a eso que me llena, a mi pasión. Ojalá sea una exagerada, ojalá ocurra un milagro y todo termine bien, pero como algunos sabéis lo de confiar conmigo misma lo llevo bastante mal. Pretendo que esto sea una despedida, aunque aun me queden unos meses a partir de ahora no va a ser lo mismo, voy a aprovechar todos y cada uno de los minutos que esté en clase, voy a guardarme cada movimiento como si fuera el último, voy a captar cada paso y a darlo todo en cada nota musical. Voy a aprender, a exprimir mis conocimientos, a quitarme la vergüenza de una vez por todas y a darlo todo encima del escenario, que después de 4 años es uno de los lugares donde mejor me siento. Ante todo, quiero dar las gracias a la gente que ha pasado por mi lado durante estos años, que me han permitido explorar, sacar mis sentimientos de una forma increíble que solo algunos somos capaces de entender. Gracias a Ana y a Laura por cada chillido, por cada risa, por todas y cada una de las lecciones que me han dado y no tan solo en el mundo del baile. Porque esto no solo ha sido una escapatoria a mis problemas, una entrada a la libertad, sino que me ha permitido seguir aquí y conocer a gente que ha marcado mi vida para siempre. Porque sí, no soy la mejor bailarina del mundo, ni tengo mucha experiencia, pero siento amor por la danza, pasión por el baile y eso es lo que me empuja a seguir adelante, a luchar por lo que de verdad me importa. Y por esa misma razón, con todo el dolor de mi corazón, con lágrimas en los ojos debo decir que lo dejaré. Por supuesto no es decisión mía, si fuera por mi bailaría todos y cada segundo de mi vida, sin pararme, sin frenar. Puedo decir que en estos 4 años he aprendido a ser persona, a compartir mi pasión con gente fascinante con la cual hemos conseguido formar una pequeña familia. Todos y cada uno de ellos me ha marcado de una forma distinta, como bailarines y como personas, igual que los profesores que he tenido la oportunidad de tener. Gracias por las oportunidades, las carcajadas, las lágrimas, los gritos, los nervios, los abrazos de grupo, gracias por formar parte de esto, porque juro que he nacido para bailar, y así seguiré, el baile siempre va a estar presente, eso jamás se olvida. 
Sigue sin ser definitivo, pero dudo mucho que ocurra un milagro. De todos modos voy a seguir y a aprovechar cada instante como si esta vez sí fuera la última. 
Gracias danza por hacerme feliz, por hacerme sentir libre, por emocionarme, por ser el motivo por el cual he luchado de verdad. 
Esta vez sí, adiós... te voy a echar mucho de menos, ni te imaginas cuanto.




diumenge, 2 de febrer del 2014

¿Te atreves?

¿Qué me dirías…? Si te digo que no me gusta dar el primer paso, que sólo me gusta buscarlo, que soy pasiva en el amor, que no se expresar mis afectos, que me quedo de una pieza cuando alguien me expresa los suyos y no sé hacer otra cosa que sonreír, que me cuesta la vida decir si algo no me gusta o incomoda, que mi rostro lo refleja antes que yo pueda decirlo y cuando me preguntan lo digo todo, pero no siempre con las palabras correctas y es que en mi mente pienso tanto lo que voy a decir para decirlo bien que no soy capaz de abstraerme y reflexionar un poco mas.
Y si te digo que soy hermética, que me cuesta querer a los hombres, no porque los odie o algo parecido, sino porque me he acostumbrado a caminar sola, entonces cuando llega alguien, siempre pienso que no me da la talla, que no es lo que busco, que necesito algo más.
Y si te digo que a veces creo que la gente tiene que ser un descodificador de mis señales y sutilezas y que si no entienden me enfado, y si te digo que a pesar de todo lo que soy algún día querré intentar algo contigo, ¿Qué me dirías?



dissabte, 1 de febrer del 2014

Guau.

'- ¿Me das un beso?
   - ¿Dónde?
   - Sorpréndeme.
   Raúl sonríe, le aparta el pelo y se inclina sobre Valeria para acercar los labios a su cuello. Suavemente, los posa sobre su piel y le regala el deseado beso. 
   - ¿Qué tal? - pregunta tras echarse hacia atrás y mirándola a los ojos. 
   - Bueno. No ha estado mal. Pero...
   - Pero, ¿qué?
   - Los he recibido mejores.
   - ¿Ah, sí?
   - ¿Mucho mejores?
   - Mmmm. Sí... definitivamente, sí.
   El joven frunce el ceño y se pone serio. Un reto. Le gustan los retos. Vuelve a aproximarse a su novia y en esta ocasión elige su boca. Sin rodeos. Mezcla lo dulce y lo intenso. Valeria apenas respira, cierra los ojos y se deja llevar. Durante varios segundos, más de un minuto. Hasta que, exhausta, se despega de su chico y resopla. 
   - ¿Y ahora? ¿Mejor?
   - Guau.'