dimarts, 4 de febrer del 2014

Adiós vida.

Las lágrimas recorren mis mejillas, para ser sincera no me salen ni las palabras, pero parece que esta es la única forma de quitarme el dolor de encima, al menos temporalmente. Quizás termine escribiendo cosas sin sentido, y perdonarme si es así, pero ahora mismo soy consciente de poca cosa. Y bien, supongo que os preguntaréis que es exactamente lo que me pasa, pues ahí va la respuesta; en cuestión de meses voy a tener que renunciar a mi vida, a eso que me llena, a mi pasión. Ojalá sea una exagerada, ojalá ocurra un milagro y todo termine bien, pero como algunos sabéis lo de confiar conmigo misma lo llevo bastante mal. Pretendo que esto sea una despedida, aunque aun me queden unos meses a partir de ahora no va a ser lo mismo, voy a aprovechar todos y cada uno de los minutos que esté en clase, voy a guardarme cada movimiento como si fuera el último, voy a captar cada paso y a darlo todo en cada nota musical. Voy a aprender, a exprimir mis conocimientos, a quitarme la vergüenza de una vez por todas y a darlo todo encima del escenario, que después de 4 años es uno de los lugares donde mejor me siento. Ante todo, quiero dar las gracias a la gente que ha pasado por mi lado durante estos años, que me han permitido explorar, sacar mis sentimientos de una forma increíble que solo algunos somos capaces de entender. Gracias a Ana y a Laura por cada chillido, por cada risa, por todas y cada una de las lecciones que me han dado y no tan solo en el mundo del baile. Porque esto no solo ha sido una escapatoria a mis problemas, una entrada a la libertad, sino que me ha permitido seguir aquí y conocer a gente que ha marcado mi vida para siempre. Porque sí, no soy la mejor bailarina del mundo, ni tengo mucha experiencia, pero siento amor por la danza, pasión por el baile y eso es lo que me empuja a seguir adelante, a luchar por lo que de verdad me importa. Y por esa misma razón, con todo el dolor de mi corazón, con lágrimas en los ojos debo decir que lo dejaré. Por supuesto no es decisión mía, si fuera por mi bailaría todos y cada segundo de mi vida, sin pararme, sin frenar. Puedo decir que en estos 4 años he aprendido a ser persona, a compartir mi pasión con gente fascinante con la cual hemos conseguido formar una pequeña familia. Todos y cada uno de ellos me ha marcado de una forma distinta, como bailarines y como personas, igual que los profesores que he tenido la oportunidad de tener. Gracias por las oportunidades, las carcajadas, las lágrimas, los gritos, los nervios, los abrazos de grupo, gracias por formar parte de esto, porque juro que he nacido para bailar, y así seguiré, el baile siempre va a estar presente, eso jamás se olvida. 
Sigue sin ser definitivo, pero dudo mucho que ocurra un milagro. De todos modos voy a seguir y a aprovechar cada instante como si esta vez sí fuera la última. 
Gracias danza por hacerme feliz, por hacerme sentir libre, por emocionarme, por ser el motivo por el cual he luchado de verdad. 
Esta vez sí, adiós... te voy a echar mucho de menos, ni te imaginas cuanto.




Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada