dijous, 30 de gener del 2014

Shine.

'- Sí, te he escuchado - dijo con voz dulce mientras le retiraba los mechones que le caían por la cara-. Pero no has dicho nada de lo que quiero oír...
- ¿Y qué quieres oír? - preguntó con la voz entrecortada.
Tenía todo el cuerpo en tensión.
   Él acercó los labios a su oído y susurró:
   - Te quiero, eso es lo único que tienes que decir.
   Un escalofrío le recorrió toda la espalda y le erizó la piel.
   - Pero...
   La besó con delicadeza en la frente.
   -  Dímelo - susurró -. Dime que me quieres.
Volvió a besarla suavemente en la mejilla. Quería escapar de ahí, pero no podía, no tenía escapatoria. Sentía tal atracción que parecía que fuera un imán. Se sentía embriagada con su voz, su aliento... Cerró los ojos. 
   - Te quiero. - dijo al fin - Te quiero, te quiero, te quiero.'


Búscame, porque ahí estoy.

Búscame cuando te apetezca, cuando notes que me echas de menos, cuando te mueras de ganas de tenerme, cuando no tengas a nadie que te diga que te quiere, cuando extrañes las risas, las caricias, las conversaciones, los abrazos y las locuras. Búscame cuando necesites alguien que te sorprenda, cuando te des cuenta que nadie tiene esos detalles, cuando necesites que te digan lo especial que eres, lo bonita que es tu sonrisa y lo guapo que te ves cada vez que te enfadas. Búscame cuando mires el móvil esperando que te hable, cuando salgas de clase y sin darte cuenta me busques con la mirada entre la gente, cuando inesperadamente alguien te toque la espalda y al girarte esperes que sea yo. 


We'll be counting stars.

La vida sigue, y te das cuanta de que las cosas cambian, las situaciones se complican y las relaciones se acaban. Esos 'para siempre' que sonaban eternos ahora de han quedado colgados en el espacio del tiempo. Demasiadas promesas sin cumplir y 'te quieros' falsos. Demasiado dolor acumulado en un corazón que lo único que quiere es sonreír de una vez por todas. 
Cuesta ser felices cuando las cosas van mal, cuando lo único que te apetece es perderte en la harmonía de tus canciones. Pero de vez en cuando te das cuenta de que aunque no lo hagas por ti mismo tienes que levantarte, cerrar los ojos, respirar y cambiar esas lágrimas por una sonrisa. Tragarte el orgullo, dejar los sentimientos atrás y levantarte una vez mas con la cabeza bien alta, que la gente no sienta tu dolor, porque eso te hará cada vez mas fuerte. Muchas veces, cuando la gente hace daño es difícil controlar el impulso y las ganas de tirar la toalla. Es inevitable sentir desprecio hacia uno mismo y pensar que ya nada bueno puede pasar. Y nos equivocamos, una vez mas nos dejamos llevar por los pensamientos negativos que transmiten estas situaciones, sentimientos que no nos permiten avanzar con una sonrisa en el rostro y una seguridad irreconocible. De todos los errores se aprende, por minúsculos que nos parezcan, todos y cada un de ellos es procesado por nuestra cabeza con el fin de que no se repitan. Pero muchas veces, en situaciones incontrolables emocionalmente, volvemos a tropezar con la misma piedra, y es que no nos damos cuenta y dejamos fluir nuestros sentimientos y acciones al mismo tiempo que pasan los segundos. Somos impulsivos, todos, pero unos mas que otros, y eso a veces puede llegar a doler mucho. Por eso, ante todo hay que pensar, reaccionar y tener las razones suficientes para tomar una decisión importante. Aunque de vez en cuando, la vida te pide precisamente lo contrario, no pensar, simplemente dejarte llevar por los impulsos y sentimientos que te invaden en ese instante. 


27715.

'Como olvidarme de tantos momentos de tantas palabras de amor, muertos de risa vivimos la vida y yo ahora canto esta canción. Que siempre os echare de menos, que lo demás son solo cuentos, siempre seréis mis cuatro ángeles que mientras viva lo recordare.' 




Utopía.

Música. Una simple palabra sin apenas importancia para algunos, toda una vida y la razón de seguir vivos para otros. 
Hay música para todos los momentos de la vida, para cada sentimiento y emoción, para cada persona. La música expresa con voz e instrumentos lo que todos necesitamos en cada momento determinado. Cuando alguien escucha música le provoca un sentimiento de placer y gratitud, de auto-ayuda. Que cuando crees que estás solo, que ya nada merece la pena, que tiras la toalla definitivamente, siempre va a estar ahí esa canción con voz refinada y elegante para recordarte que después de la tormenta siempre llega la calma. La música siempre va a estar ahí, en los buenos y en los peores momentos. Cuando toque celebrar una fiesta siempre va a rodar por tu cabeza ese estribillo pegadizo y ritmoso que te hace saltar. La mayoría de música habla del amor, de lo bonito y fácil que es enamorarse de una persona, habla de lo perfectas que son las relaciones cuando dos personas se quieren de verdad. Pero, ¿dónde quedan esas estrofas dolorosas y llenas de desamor? Hoy en día todo parece demasiado sencillo, pero resulta ser todo lo contrario. Porque nada es para siempre, ni la música, ni el amor, ni nuestra propia vida. Hablar de amor es muy fácil si dos personas se quieren de la misma forma, pero puedo asegurar que si la otra persona no siente lo mismo es lo mas jodido que le puede suceder a alguien. Pero hay que aprender, al fin y al cabo de eso se trata, de ver la realidad y asumir responsabilidades, de madurar con el paso del tiempo y a medida que vamos cometiendo errores, de sonreír y levantar la cabeza por mucho que cueste. Que los finales felices no existen, porque el amor verdadero no termina nunca. 


dimarts, 28 de gener del 2014

Maybe.

Ojala lo nuestro fuese más simple, que me pudiese lanzar a la piscina aunque sepa que no hay agua. Pero me cuesta, no puedo permitirme un riesgo así, que ya tengo suficiente conmigo, siempre al filo de la emoción, al borde del abismo, demostrándole a quienes no creen en mí que no tengo miedo. Soy una bola de inseguridades, ¿qué esperas de mi? No puedo dártelo todo si ni siquiera puedo darme un cuarto de cariño a mí misma. Sabes que odio la mentira, sabes que odio que no tengas el coraje de decirme lo que crees a los ojos, con la convicción con que justificas tus acciones. Te quiero, pero déjame averiguarlo, deshacerme de los engaños, de la opinión de los espectadores. No quiero hablar, no quiero contarte mis problemas, solo quiero estar a tu lado, abrazarte y no soltarte nunca, que me cojas de la mano fuerte, como si me fuera a caer y tu no lo fueras a permitir. Solo quiero vivir eso que llevo tanto tiempo anhelando, por lo que lucho cada día. Y puede parecer que no es mucho tiempo, pero si el suficiente para darme cuenta de que me tratas como jamás lo había echo nadie, que daría cualquier cosa por ti, que bajo cualquier circunstancia voy a luchar por ti. Pero un así sigo teniendo el mismo escalofrío que el primer día cuando te veo, sigo sintiendo esas mariposas en el estómago cada vez que me llamas, ese dolor cuando estoy sin ti. Siento que estoy más cerca, pero a la vez tan lejos... Cuento las horas que me faltan para volver a verte, pensando qué te voy a decir para que te enamores de mi. Porque yo, aunque pasen diez, veinte, mil años voy a seguir esperando. Porque nunca habrá nadie en este mundo que te quiera más que yo.  


dimarts, 21 de gener del 2014

Quizás ya sea demasiado tarde.

'Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte, aunque sea tarde, escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar, que no vas a recibir nunca, que como tu me enseñaste, cuando acabe de escribirla la quemaré, los sentimientos se pondrán a arder, y ese dolor, cómo era… Ah sí, ese dolor no se te queda tan dentro. Esta vez solo quiero ser claro, sería imbécil si no gritara que me he equivocado, desde el principio contigo. He intentado avanzar sin apartar antes las cosas que lo impedían, agarrada al pasado, mirando atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar, empeñada en quedarme ahí. ¿Qué locura no? En medio de un lado y del otro, sin perdonar, sin perdonarme, sin avanzar. ¿Dónde esta el secreto del futuro? Puede que esté en fijarse bien, en avanzar, mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro. Solo hay que dejar que las cosas pasen. Y ahora lo tendría claro. Aunque ya no depende de mi.'

Sueños que no dejan de ser eso, sueños.

Me gustaría ir a París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Después? A Italia, donde me haré la típica foto donde yo, sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga. ¿Luego? A Londres, donde intentaré hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Siguiente? A Las Vegas, donde me gastaré dinero en el casino para no ganar ni un céntimo, pero podré decir: ¡Viva a Las Vegas!. ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad y veré como todo Manhattan amanece. Después me iré a Los Ángeles. Arrasaré en todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré una foto con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiéndome mi Starbucks. También, me haré fotos junto al cartel de Hollywood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en L.A. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré todo Los Ángeles. ¿Y lo último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Cuando acabe volveré aquí, para encontrar algo mucho mejor que lo de antes, incluso lo mejor que pueden ver mis ojos: tu sonrisa.




Simple.

No deseo un te quiero si no es lo que realmente sientes, no quiero un “te echaba de menos” si piensas en otra, no quiero un "siempre" si se lo regalas a todas, no quiero que me digas que soy lo más bonito del mundo, cuando ni siquiera se te pasa por la mente. Solo quiero que me digas la verdad, porque puede que me lleve demasiadas decepciones, pero si las ocultas con mentiras solo conseguirás hacerme mucho más daño. Quiero caerme y poder levantarme. Quiero afrontar las cosas como son y poder vivir con ellas. Solo quiero que no calles las cosas que sientes, pero que no inventes los falsos sentimientos.


dissabte, 18 de gener del 2014

Say something.

Hoy es uno de esos días en los que te encuentras sola, que aunque tengas a alguien ahí siempre para apoyarte, ayudarte y sacarte una sonrisa, te sientes sola. No sabes por qué te sientes así por mucho que lo pienses, ¿es por tus amigos?, ¿es por ese chico? Quién sabe.
Y aquí estoy, ahogada en un mar de lágrimas, sin ganas de comer, sin ganas de nada. Sin saber qué hacer, sin saber si debo llorar o ser fuerte y tragarme el dolor, sin saber si hablarle o no. No sé qué decir, es todo tan.. ¿cómo decirlo?.. tan insoportable, si, insoportable, es una situación superior a mis fuerzas. Me mata, me come por dentro, me consume. Estoy mentalmente agotada, mi cabeza dice basta, vale ya de sufrir por alguien que no es capaz de contestar a mis preguntas, por alguien que es capaz de todo y de nada por mí, por alguien que me ha partido el corazón en mil pedazos y ha sido el único capaz de reconstruirlo. Y eso es lo realmente jodido, tener que decidir entre qué es lo correcto, si lo que te dice la cabeza o el corazón. Veo imposible no hacerme ilusiones sin dejarte ir para siempre, parece que esto nunca vaya a cambiar y que yo vaya a estar sufriendo todo el tiempo por alguien que es posible que ni se dé cuenta de por lo que estoy pasando. Quizás merezca la pena pasar por esto, o quizás no, ahora mismo soy incapaz de encontrar la respuesta a mis preguntas, incapaz de remediar la situación e intentar mejorar mi vida de una vez por todas. Pero por ahora, hoy es uno de aquellos días en los que lo he pasado mal pensando en esa persona, en la persona que más he querido en la vida. Cada lágrima que cae de mis ojos es una pequeña parte de mi tristeza y de lo que de verdad siento por dentro. He intentado que no se me note, pero he llegado a un punto en el que es imposible ocultar lo que siento. A lo mejor estoy así por mi inseguridad, o por las dudas que tengo de vez en cuando en la cabeza. Pero ¿por qué siempre me pasa eso? No se, pero siempre es la misma historia, cuando llego al punto de querer tanto a esa persona, siempre llegan las dudas y los miedos. Pánico a que no sienta lo mismo, a no ser la indicada, a que todo se vaya a la mierda. 




Loser.

Despertó. Poco a poco lo fue asumiendo. Lo había conseguido. Fue a la cocina con el único propósito de disimular su sonrisa mientras desayunaba. Después subió a su habitación y puso la música a tope. Era un sábado, hasta el momento todo era perfecto. Pronto llegó la tarde, hora de marcharse con las amigas. Hacía ya mucho tiempo que no le veía, que no pasaba horas, tardes, días, hablando con él. La tarde transcurrió con normalidad. Llegó la medianoche y fueron a los bares. Estuvo bailando y pasándoselo como nunca. Era feliz tenía la mente en blanco y en lo único en lo que pensaba era en pasárselo bien. Aquello cada vez se estaba llenando más y más. Cuando de pronto vio unos ojos que le estaban mirando. Era él. De pronto, oscuridad, negro, vacío, silencio. De nuevo todo volvía a ser horrible, raro. Ah, es que no os lo he contado. Él tiene un súper poder, justo cuando consigo que salga de mi cabeza, él vuelve usándolo. O bien me habla o tan sólo le veo, o, cualquier cosa es suficiente para que nunca consiga que salga. En cada cruce, ya sea de miradas o de palabras, siempre salgo perdiendo.


Vamos a complicarnos la vida juntos.

¿Y ahora que? Sigue pasando el tiempo, y lo que no entendía,cada vez lo entiendo menos. Estoy cansada de ilusionarme, de que mis palabras no valgan nada, de planear mil cosas en mi mente, y que luego ocurra todo lo contrario. Estoy harta de  preguntarme qué es lo que pasa por tu mente cada vez que me ves o que oyes mi nombre. Me gustaría saber si tu también me tienes todo el día en la cabeza, si cada cosa que ves te recuerda a mi por alguna razón, si cada noche cuando te tumbas en la cama planeas un futuro junto a mi. Porque sí, estoy harta de esperar a que suceda algo que en el fondo sé que no  va a volver a suceder. Perdí mi oportunidad, debí aprovecharla pero simplemente no podía ni creerme lo que me estaba sucediendo. Juro que no hay un solo día en que no me arrepienta de esa acción, en que no juegue a imaginarme qué hubiera pasado. Puede que cada vez le vea mas cerca, pero a la vez más lejos, sentimientos contradictorios que me invaden constantemente, que no me permiten pensar en nada más, y es que me arrepiento de tanto y me siento tan estúpida por no hacer lo que realmente quiero que me he planteado varias veces dejar de luchar por aquello que roza la imposibilidad. Porque sí, para mi eres imposible, inalcanzable, algo tan increíble que parece hasta posible de creer. He tenido mucha suerte, lo sé, pero no nos engañemos; ojalá pudiera retroceder en el tiempo y volver a ese instante. Sin pensármelo dos veces aprovecharía la magia del momento y me dejaría llevar por mis impulsos, por esas ganas increíbles de fundirme en sus brazos eternamente, porque puede parecer algo exagerado, pero sé que a su lado sería feliz pasara lo que pasara, y no hay cosa que desee más ahora mismo que compartir con él los mejores instantes de mi vida. 




dissabte, 11 de gener del 2014

Bonic.

Bonic, és fer-te un petó a la galta i que et fiquis vermell. Dir-te que no temo al futur sempre que tu estiguis en ell. Compartir un gelat mirant el capvespre, asseguts en un banc amb els peus en alt. Dormir en el mateix llit i sentir la teva respiració al meu coll. Riure per tot i per res i que fins i tot això sembli el més ridícul. Deixar aflorar una llàgrima quan arribes a l'èxtasi. Aixecar-te al matí i esmorzar a la terrassa, amb bronzejat inclòs. Agafar-te de la mà quan passegem per la platja, mentre les ones desdibuixen les nostres trepitjades. Entonar una melodia i repetir-te una vegada i una altra, "aquesta serà la nostra cançó!". Abraçar-te per darrere, i que et sorprenguis perquè ho hagi fet. Embrutar la cuina per haver-nos passat el matí tractant de fer tortitas. Anar al cinema i compartir un menú parella, perquè després acabin les crispetes volant pels nostres caps. Murmurar-te a l'orella que et necessito. Dibuixar un cor al vidre entelat, mentre et dutxes. Que m'obris la porta del cotxe perquè entri dins d'ell, com tot un galant. Cridar al cel que et vull, i convertir-ho en la frase més increïble del dia. Bonic ets tu i tot allò que t'envolta. Bonic, és que aconsegueixis que el meu cor bategui al ritme que necessita, i que tot el que toques es transformi en una felicitat infinita.



dissabte, 4 de gener del 2014

Te quiero, a ti.

¿Que porqué le quiero? Será por esos momentos en los que me hace sentir tan feliz, tan llena de mí; será por aquellas sonrisas que son tan profundas que rozan el corazón; será porque cada minuto a su lado es único; será porque cada mañana es la primera persona en la que pienso y cada noche en la última. No sé, tal vez estemos hechos el uno para el otro, porque lo he estado pensando y creo que lo nuestro si tiene definición, se hace llamar magia. ¿Es un sentimiento? Tal vez, porque yo creo en ti y creo en nuestro amor, quiero creer que voy a pasar el resto de mi vida junto a ti, cada minuto, cada segundo, cada micro segundo, cada hora; quiero vivir siglos, pero solamente si son a tu lado, ¿es difícil de entender? Creo que no, porque yo lo entiendo a la perfección, no soy rara, simplemente estoy enamorada, y esta vez no es de la persona equivocada. Es tu perfección la que hace que yo pueda sentir esto, ¿me entiendes? No quiero parecer idiota, o tal vez lo parezco, pero si haciendo el idiota vas a quererme,voy a hacer el idiota el resto de mi vida.




dijous, 2 de gener del 2014

Por pedir.

Por pedir, pido veinticuatro horas a tú lado en las que nos de tiempo a todo menos a perder el tiempo. Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo por el resto de tus días. Por pedir, pido y preciso que exista un momento en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo. Por pedir, te pido una tarde lluviosa, dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines para que sólo puedas abrazarte a mi, en frente de mi película favorita. Bueno, sí quieres, en frente de tu película favorita. Me pido entonces tus dedos acariciando mi brazo, y mis cosquillas jugando al escondite con ellos. Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y mojarnos los labios sin que nos vea la gente. Pido, mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte una estupidez, agarrando con mi mano tú brazo, y tú risa fuese la mejor de mis melodías, y después, en un intento por no dejarme ir, me hagas perder todo menos la sonrisa.